LA ATENCIÓN TEMPRANA Y LA PSICOLOGÍA

Escrito por: Psic. Melanie C. González Frías

En el cautivador mundo de la psicología, existe un campo especialmente importante y lleno de oportunidades: la atención temprana (AT).

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Pero ¿qué es la Atención Temprana?
La atención temprana es un enfoque multidisciplinario que busca brindar apoyo integral a los niños en sus primeros años de vida, desde la gestación hasta los seis años. Este período de desarrollo es un lienzo en blanco en el que se pintan las habilidades cognitivas, emocionales, motoras y sociales que formarán la base de su futuro. La importancia de la atención temprana radica en su capacidad para intervenir de manera oportuna, asegurando que cada niño tenga las mejores oportunidades para un desarrollo óptimo. La atención temprana involucra un amplio abanico de profesionales, como pediatras, terapeutas ocupacionales, logopedas, psicopedagogos y, por supuesto, psicólogos.

¿Para qué sirve?
El objetivo principal de la atención temprana es identificar y abordar los primeros signos de retrasos en el desarrollo infantil. Desde retrasos en el lenguaje hasta dificultades de aprendizaje, la atención temprana ofrece intervenciones personalizadas para nutrir y potenciar las capacidades de cada niño. Además, establece bases sólidas para un crecimiento saludable, promoviendo la autoestima, la autonomía y las relaciones sociales positivas. Es aquí donde los beneficios psicológicos de la estimulación temprana se hacen evidentes, ya que contribuyen significativamente al desarrollo emocional y social de los niños.


La importancia de la atención temprana se basa en su capacidad para moldear el futuro. Los primeros años son una ventana temporal única en la que el cerebro humano es excepcionalmente maleable, creando conexiones neuronales que durarán toda la vida.

La inversión en esta etapa es crucial para prevenir futuros problemas de salud mental y promover un desarrollo óptimo. Los niños que experimentan una atención temprana adecuada tienen más probabilidades de alcanzar su máximo potencial y convertirse en adultos resilientes.

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Y ¿cómo se involucra la psicología en la AT?

En el amplio campo de la atención temprana, la psicología infantil en la primera infancia desempeña un papel protagonista. Los psicólogos infantiles somos los expertos de la mente en formación, descifrando los enigmas emocionales y cognitivos de los pequeños. Utilizamos herramientas como la observación clínica y las evaluaciones psicométricas para identificar signos tempranos de dificultades, y trabajamos de la mano con otros profesionales para diseñar planes de intervención específicos.

Los psicólogos también servimos como guía para los padres y cuidadores, a quienes brindamos herramientas necesarias para fomentar un entorno saludable en el hogar. Establecemos puentes de comunicación entre el niño y su entorno, promoviendo un desarrollo emocional equilibrado y relaciones seguras. Además, los psicólogos jugamos un papel crucial en la detección y el manejo de trastornos del desarrollo, como el autismo o el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH).

Para los padres y cuidadores, es fundamental entender que la atención temprana no solo ocurre en entornos clínicos o educativos, sino que comienza en el hogar. Actividades simples como leer en voz alta, jugar con bloques de construcción o incluso cantar canciones infantiles pueden tener un impacto significativo en el desarrollo cognitivo y emocional de un niño. Estos momentos de interacción no solo fortalecen las habilidades lingüísticas y motoras, sino que también construyen un vínculo emocional seguro, esencial para el desarrollo social y la regulación emocional. Los padres pueden fomentar el desarrollo saludable de sus hijos creando un ambiente rico en estímulos, lleno de oportunidades para explorar, aprender y expresar emociones. La clave está en la consistencia y la calidad de estas interacciones, las cuales deben ser siempre afectuosas y receptivas a las necesidades del niño.

En resumen, cada momento de juego y aprendizaje en casa es una inversión en el futuro del niño, apoyando su crecimiento de una manera integral y respetuosa.

Invertir en la AT es invertir en el potencial humano, en la creación de mentes sólidas y corazones resilientes que moldearán un mundo más brillante y compasivo para las generaciones venideras.

Referencias bibliográficas:

National Scientific Council on the Developing Child. (2007). The Timing and Quality of Early Experiences Combine to Shape Brain Architecture. Working Paper No. 5.

Shonkoff, J. P., & Phillips, D. A. (2000). From Neurons to Neighborhoods: The Science of Early Childhood Development. National Academies Press.

Perry, B. D. (2009). Examining Child Maltreatment Through a Neurodevelopmental Lens: Clinical Applications of the Neurosequential Model of Therapeutics. Journal of Loss and Trauma, 14(4), 240-255.

Zero to Three. (2021). Early Childhood Mental Health. https://www.zerotothree.org/

American Psychological Association. (2021). Early Childhood Development. https://www.apa.org/topics/childhood-development


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